Hablamos del destino, cuando no tenemos ni idea de lo que es. Decimos que queremos morir por amor, pero ni sabemos nada de la muerte ni sabemos nada del amor. Hablamos y hablamos, decimos te quiero a gente que conocemos de dos días, besamos con pasión y finjimos sentimientos que no albergamos.No nos preocupa la muerte, total, somos inmortales. Somos dioses de nuestro pequeño propio mundo, y protagonistas de nuestra breve historia. Somos las personas más importantes de nuestras vidas.He entendido que la magia existe,.se encuentra en mí, en ti, en la música, en el arte. No son simples polvos que nos hacen volar, simplemente son sensaciones que nos ayudan a seguir adelante día a día. Esa es la verdadera magia.Ahora entiendo que las cosas pequeñas, son las que forman las grandes realidades, y por tanto, son las que nos hacen felices. Un poquito de maquillaje en los ojos de otra persona, darte cuenta de que suena tu canción favorita, encontrar un trofeo escondido entre las botellas de aquel bar. Son cosas pequeñas, que merece la pena pararse a apreciar. Intentamos ir deprisa, sin mirar a nuestro alrededor, para darnos cuenta demasiado tarde, de que lo bonito del camino no es llegar, si no el recorrido.He aprendido que nada es imposible, y el simple hecho de intentarlo ya es un gran logro.Y lo más importante de todo, he entendido que todos y cada uno de nosotros somos distintos, imperfectos y especiales. Nos equivocamos, por que somos humanos. Si nos clavas una aguja, nos duele a todos, y si nos rompes el corazón sufrimos, todos sin excepción, por que fuimos creados así. Por que nacimos para sufrir y para creer que todo se puede arreglar.
Y ¿quién dice que las cosas no puedan ser perfectas?
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