Wednesday, July 17, 2013

Cuanto más mayor eres, más se complica todo.

No sé como tengo tanta facilidad para cuando me encuentro en lo más alto, siempre hay algo me empuja al acantilado. Me asomo y solo encuentro vacío, un vacío que me entra por los pulmones y me impide respirar. Y todo a lo que temo está allí abajo esperándome. Diciéndome que salte, animándome a hacerlo. Pero aún así todo aquello que quiero me estrecha contra sí y es lo único que me mantiene firme diciéndome que todo saldrá bien, que no hay que tener miedo, que hay que ser valiente. Entonces es cuando me decido a saltar, y cuando lo hago, me hundo en toda esa tristeza y soledad, cojo mi espada y mi escudo y no hay quien pueda conmigo, lucho hasta agotar mis fuerzas, empleo todo mi sudor y mis ganas por poder ver tan solo un poco de luz al final. Y no me rindo. Nunca. Resisto y no hay quien me detenga. Pero esta vez, cogí mi paracaídas, decidí no rozar el suelo sino saltarlo. Pensé que ya era suficiente, que ya me había cansado de todo aquel dolor y que si esta vez tenían ganas de pelear serían ellos los que tendrían que encontrarme porque no era yo quien saldría a buscarlos. Sino que esta vez, era tiempo de buscar felicidad, ilusión y esperanza, aprovechar cada instante, sonreír a cada momento, tiempo de amar, de vivir, de disfrutar. De no pensar, de arriesgarse, de coger un cohete al país de Nunca Jamás y no volver, dejar de crecer. Porque aunque no lo parezca, cuanto más mayor eres,más se complicado todo.

'Nada cariño, cosas de mayores'

Cuando eres pequeño nadie te toma enserio, el mundo de los mayores te queda grande y además no te enteras de nada. Estás en un mundo de éxtasis en el que todo es felicidad y si lloras es porque no te han comprado aquel peluche que te gustaba o si no queda de tu helado favorito. Pero cuando creces, es diferente, parece que todo ese tiempo has llevado unos tapones en los oídos que no te permitían escuchar ni saber con certeza que ocurría a tu alrededor. Y de repente, la vida que habías creído llevar durante tantos años desaparece. Se te escapa entre los dedos, como un puñado de arena de la playa. Lo peor es que no puedes hacer nada, que esa partida es ahora una batalla perdida, sin solución. Los adultos ya piensan que ahora ya puedes opinar y puedes escuchar y soportar aunque lo que haces es llorar y preocuparte. supongo que eso es crecer, madurar, afrontar las dificultades que la vida te presenta.
Pero la verdad es que nunca había deseado tanto ser de nuevo esa niña tonta que no se enteraba de nada. Que todo fuera más fácil y que cuando preguntara qué era lo que sucedía me contestaran: 'Nada cariño, cosas de mayores'.
                                           

24 horas.

No sabemos qué será lo que pasará mañana, ni dentro de un año, ni dentro de dos minutos. Ni si lloverá, tronará o saldrá el sol. Todos tenemos dudas, la incertidumbre nos hunde. Todos queremos preguntar pero pocos quieren saber la respuesta. Desconocemos nuestro destino, y vivimos pensando en el mañana, desaprovechando el hoy. Pero, ¿y si llega el día en el que no hay mañana? ¿En el que todo lo que tenemos son tan solo veinticuatro horas?En ese momento es en el que piensas "Ojalá hubiera…" y tan solo te auto compadeces de ti mismo. Hasta que llega ese día, realmente no somos conscientes de que el tiempo se desvanece de nuestras manos tan rápido como los granos de arena de una playa. Y, ¿es eso lo que queremos? ¿Un "Ojalá…"? No. Tenemos que vivir cada día como si sólo nos quedaran veinticuatro horas, como si no hubiera un mañana. Saltar de un acantilado. Irte a la otra punta del mundo si la persona que amas está allí esperándote. Correr una maratón. Hacerte mil fotos y que en ninguna salgas bien. Llorar cuando haga falta, pero que reír sea habitual. Luchar. Ser fuertes. Ilusionarse. Atreverte a decirle a la persona que amas que la quieres. Abrazarte a quien te tengas que abrazar y a quien no, no le abrazas y punto. Salir a escondidas sin que se enteren tus padres y que allí te espere un chico. Coger la moto y recorrer mundo. Cantar a todo volumen por la calle y aunque la gente se te quede mirando que no te importe. Teñirte el pelo o raparte. Aprender a tocar la guitarra. Pasarte una noche entera despierto porque tu realidad es mejor que un sueño. Ir a un concierto y pasarte toda la noche bailando aunque solo te sepas un par de canciones. Quererse a uno mismo. Tener esperanzas. Echar de menos a quien esté lejos. Saber cuando se ha cometido un error y tener el valor de enmendarlo. Si no te llaman, hazlo tú. Si tienes un problema, soluciónalo. ¿Tienes miedo? Enfréntate a ello. ¿Eres orgulloso? Déjalo, no te servirá de nada. ¿Quieres decirle a alguien que le quieres? Atrévete, y si no sale bien, al menos lo intentaste. Mira la vida desde otras perspectivas, no tan solo desde tu punto de vista. Vivir detrás de un foco de cámara sin ver nada más no te ayudará, tan solo se pondrá en tu contra. Vive cada día como si esas fueran tus últimas veinticuatro horas.

Quemo todos tus recuerdos y empiezo de cero.

"La verdad, en todas las relaciones hay una persona que quiere más que la otra. La que quiere menos es la que tiene el control. Sólo cuando el que quiere más asume, o descubre, que esa relación no está siendo buena, puede empoderarse. "
Y si hubiera cogido este consejo el 12/09/12, no lo hubiera pasado mal todo este tiempo, ni lo hubiera perdido para terminar así. Es la realidad, siempre hay alguien que quiere más que la otra, no hace falta decir quien tenía el control ¿no? Porque ahora si lo sé. Espero que encuentres a alguien a la que tú quieras más. Me arrepiento de haber hecho tantas cosas, y una es de haber vuelto a buscarte.
Quemo todos tus recuerdos,borro, y empiezo de cero. 

Espero que aprendas lo que es sufrir.

No hay cosa que más me duela que el tener que aceptar que lo nuestro pasó. Tu recuerdo aún quema en mi interior, es como un acto de presencia para que no pueda olvidar cada momento que pasé a tu lado. Tus abrazos me calmaban, tu mirada me hacía desconectar y tus “te quiero” me los creía cual niña ingenua a la que nunca habían hecho daño.Confié en ti, lo di todo por ti. Aguanté, aguanté y aguanté como una imbécil. Pensaba que nada malo pasaba entre nosotros, que tú seguías siendo mio y yo tuya; que nada había cambiado, que me querías tanto como el primer día.Llegué a pensar que todo fue culpa mía, que no te di lo que merecías, creí que eras “el hombre de mi vida” y luego me di cuenta de que solo eras otro capullo más con complejo de estar solo y que tiene la necesidad de tirarle a alguien. Tienes tan.. poco argumento, tanto falso sentimiento y tan poca vergüenza que a todas las tías las acabas llamando igual. ¿Para qué? ¿Para no equivocarte al decir su nombre? Tío, sinceramente, vas a acabar solo.Yo por desgracia tardé mucho en darme cuenta de lo poco que valías y de cómo eras en verdad, espero que ella se de cuenta antes.También deseo de corazón que encuentres a la chica que ilumine cada puto día que pasa, que no dejes de pensar en ella, que te veas capaz de mover universos por verla sonreír, que puedas sentir solamente la mitad de lo que yo sentí por ti, y que ella te trate como tú tratas a todas. Como un juguete que solo sirve para pasar el rato hasta que se canse. Que aprendas lo que es sufrir. Y ahora, con lágrimas en los ojos te digo que te he olvidado, que ahora espero que quien lo pase mal,seas tú.